Juan Arena
Las compañías no pueden crecer y ser competitivas en una sociedad que se empobrece económica y socialmente. De igual forma, una sociedad fuerte necesita un tejido empresarial potente. Ambas son mutuamente dependientes.
SERES trabaja para transformar la realidad empresarial. Estamos convencidos y trabajamos para reforzar este papel y darlo a conocer. Por eso, en 2014 hemos puesto en marcha algunos de nuestros objetivos más ambiciosos, a la vez que necesarios.
Con la colaboración de Deloitte, hemos medido cómo las empresas crean valor económico, contribuyen al país, pero también son generadoras de valor social. Los resultados son estimulantes y reflejan el porqué de la razón de ser de la fundación;
junto con KPMG hemos trabajado para identificar patrones de éxito para
la alta dirección que faciliten el desarrollo de las actividades de RSE
dentro de sus compañías; con McKinsey&Company continuamos ayudando a
nuestras empresas a implantar la metodología y herramienta de medición
del valor rsc2, en su ola 3 con la participación de ocho compañías.
No es una utopía. Estábamos convencidos desde nuestros inicios y lo estamos demostrando. Estamos midiendo y ofreciendo resultados y datos. Son magníficos ejemplos del buen hacer de nuestro tejido empresarial. Nuestras empresas son rentables, están creciendo y, a la vez, están resolviendo problemas sociales.
En 2015 doy el relevo a Francisco Román, quien me sucede como presidente de la Fundación SERES con un propósito común: seguir trabajando para que esa realidad sea constatable y valorada. Y, para ello, necesitamos vuestro compromiso. Os necesitamos para liderar y educar a las siguientes generaciones en esta premisa.
Gracias otro año más.