El 8 de Marzo se acerca. Las Organizaciones ultimamos los detalles de algún tipo de celebración para ese día. Queremos así adherirnos a un principio mucho más ambicioso que un simple evento. Se trata de una forma de manifestar un aspecto clave y diferencial que enriquece la gestión de las empresas: la apuesta por la diversidad.
Mucho se habla hoy en día sobre la diversidad. Ratios, números clausus, porcentajes, pero ¿eso es gestionar la diversidad? ¿O eso es más bien buscar unos números para esconder lo que realmente puede haber detrás?.
Cuando asumí la responsabilidad de la Diversidad e Inclusión en Accenture, una organización donde la mezcla multicultural es una realidad grabada en el ADN de todos nuestros profesionales, me pareció un reto apasionante. Un reto que rápidamente tradujimos en un objetivo básico: asegurar la igualdad y el respeto de todos nuestros profesionales, independientemente de su sexo, edad, nacionalidad, religión, condición física o tendencia sexual.
Pero, ¿qué podríamos hacer nuevo en un sitio como Accenture, que tradicionalmente ha vivido con la diversidad como algo natural en sus equipos? Teníamos claro que no se trataba de buscar unos porcentajes. Es válido conocer los ratios de diversidad de la organización y asegurar que evolucionan en el sentido adecuado. Pero lo importante es otra cosa: escuchar a los distintos colectivos, identificar iniciativas, implicar a los primeros niveles de la organización y finalmente, dar respuesta.
Las organizaciones deben brindar su mano a las minorías y garantizar que ponen todos los medios necesarios para que puedan tener éxito en sus carreras. Para así potenciar sus virtudes individuales y maximizar sus contribuciones en equipos multiculturales y multidisciplinares.
Y en toda esta aventura ¿para qué un día de la mujer? Pensemos por un momento en qué significa esta "onomástica". Es celebrar todos los logros que hemos conseguido. Es compartir experiencias de éxito con otros profesionales. Es animar a muchas mujeres a seguir adelante. Es apoyar a nuestras profesionales para que, en el ámbito que hayan escogido para desarrollar su carrera, brillen con luz propia.
Y con este espíritu, al día siguiente del Día de la Mujer, seguir trabajando. Por la igualdad de oportunidades, por la apuesta por las jóvenes promesas, por potenciar iniciativas que permitan que la mujer pueda desarrollar una carrera profesional de éxito. Unos objetivos ambiciosos que sin duda, constituyen una importante ventaja competitiva para las empresas, gracias a la aportación singular de diferentes colectivos. Ahí reside la verdadera gestión de la diversidad.
María José Sobrinos es directora de RRHH y de Diversidad e Inclusión de Accenture.