En Citi hemos convertido estos conceptos en el motor principal de nuestra responsabilidad corporativa. Con el objetivo de implicarnos directamente en el desarrollo de las comunidades en las que los empleados vivimos y trabajamos, centramos nuestro esfuerzo social en iniciativas de Educación Financiera a jóvenes y niños, apoyándonos fuertemente en el voluntariado de nuestros empleados.
Priorizando actividades en zonas más desfavorecidas de cada localidad y en grupos en riesgo de exclusión, colaboramos en la tarea de crear una sociedad mejor y más sólida fomentando una mejor educación de las próximas generaciones.
Gracias al importante papel de los voluntarios de Citi en nuestro país (un 25% de la plantilla) y trabajando estrechamente con ONGs muy implicadas en entornos marginales y en el ámbito escolar y de formación profesional, como Junior Achievement, Fundación Exit, Fundación Tomillo o Fundación ONCE, intentamos que, desde una edad temprana, se adquieran conocimientos y habilidades financieras que ayuden a colectivos en riesgo a participar plenamente en la sociedad y a fomentar un espíritu emprendedor en ellos.
Se unen aquí dos agentes indiscutibles para el éxito de estas actuaciones, ONGs y voluntariado. Con el trabajo conjunto de profesionales sociales y la dedicación y pluralidad de conocimientos y aptitudes de una red de voluntariado corporativo, como la creada en Citi, se aúnan esfuerzos y capacidades, y se consigue poner en marcha programas educativos realmente útiles y prácticos, acercando el mundo financiero básico a colectivos que no suelen acceder a dichos conocimientos.
Queremos que Citi sea una empresa en la que la gente quiera trabajar, entre otras cosas, por nuestro compromiso social y apoyo del voluntariado. ¡Una de las fórmulas que más valor aporta al mismo tiempo! Por un lado, como una forma de atraer, desarrollar y retener el talento en nuestra organización y, por otro, porque el voluntariado fomenta la creatividad, la innovación, la adaptación, la flexibilidad, el trabajo en equipo, etc. Todos ellos valores fundamentales, tanto para el éxito de las personas como para el de la propia organización y sociedad.
De cara al futuro, nuestro reto, como siempre, es seguir adaptando nuestra acción social y voluntariado a las cambiantes necesidades de la sociedad. Al igual que en cualquier otra faceta de la actividad empresarial, hay que estar atentos a lo que nos demandan nuestros stakeholders y adecuar nuestras iniciativas a ello. Pero, sin duda, merece la pena dedicarle tiempo, esfuerzo y recursos.
Julio Carlavilla es director de Comunicación de Citi en España.