En el periodo comprendido entre el año 2009 hasta 2016 el Teléfono ANAR -a través de los teléfonos de Ayuda a Niños y Adolescentes 900202010, del Adulto y la Familia 600505152, el de Niños Desaparecidos 116000 y el servicio de Email– ha atendido un total de 2.405.524 llamadas según datos del Estudio: Evolución de la Violencia a la Infancia en España según las Víctimas.
Todas esas llamadas atendidas dieron lugar a un total de 25.312 casos de violencia ejercida hacia un menor de edad, de los cuales 3.605 casos en situación de riesgo o desamparo que presentaban una gravedad de urgencia alta requirieron una intervención urgente por parte del Teléfono ANAR con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y/o servicios sanitarios de emergencias.
Desde la Fundación ANAR se ha detectado que la violencia crece, los casos de violencia a la infancia-adolescencia en España se han multiplicado por 4como media de todas las violencias analizadas. La tasa de incremento es de un 298,8%.
“Necesitamos poner freno a este ascenso alarmante de la violencia que padecen los niños, por eso necesitamos una Ley que los visualice, que les apoye, proteja y les de asistencia y tratamiento para prevenir que se produzca en el futuro” Benjamín Ballesteros, director de Programas de Fundación ANAR.
Dentro de la violencia que sufren los menores, desde la Fundación ANAR se ha detectado un alarmante aumento de la violencia de género (682%), maltrato psicológico (604%), violencia escolar (584%), ciberacoso + grooming (410%), maltrato físico (304%), echado de casa (180%), abuso sexual (178%), violencia adulto/menor escuela (171%), problemas de conducta (136%), agresiones extrafamiliares (93%), abandono (73%).
Las víctimas son cada vez más pequeñas
La edad de las víctimas ha disminuido, cada vez son más pequeños los niños, niñas y adolescentes que sufren cualquier forma de violencia, la edad media se sitúa ahora en los 11,5 años (antes 12,3%) asimismo la edad de comienzo también ha descendido a 9,6 años (10,4 en 2009) y han aumentado el número de casos entre los 5-12 años (22% del total vs al 14,5% de 2009).
En cuanto al género, aumentan los casos de niñas víctimas de violencia del 54,1% al 57,3% (niños 42,7%), debido a que en el 75% de los casos de abuso sexual las víctimas son niñas.
“Es especialmente preocupante que hemos detectado que los niños/as tardan de media 2 años en contarnos lo que les está ocurriendo. La soledad acompaña al niño/a maltratado/a, porque muchos de ellos se enfrentan solos/as a situaciones de maltrato y lo reciben en un entorno íntimo y sin testigos, pero también, porque no hay quién escuche”, Diana Díaz, directora del Teléfono ANAR.
Más frecuentes, duran más y son más graves
Ha aumentado la frecuencia (62,2% diaria), duración (58,6% más de un año) y la gravedad (el 98,5% gravedad alta o media)
Se ha incrementado de forma notable la violencia física “fuerte” (del 22,4% al 27,1%) y los insultos (del 31,6% al 44,8%) sin embargo, las formas de violencia que más han aumentado son es el acoso y el control del (16,8% y 28,9%), seguido del maltrato psicológico (desprecios y humillaciones del 18,1% al 25,4%) y el ciberacoso del 5,1% al 12,9%.
Aunque pasa desapercibida la violencia física, hacia los menores de edad, sigue siendo habitual en España: 1 de 3 casos se producen lesiones físicas, golpes, bofetadas, puñetazos, patadas… y además de amenazas graves, coacciones y gritos. El 6,7% de los casos presentaron traumatismos, huesos rotos, contusiones fuertes, etc…
“Un niño/a que crece base de golpes, sacudidas y puñetazos o es víctima de abusos, aprenderá que la violencia es el instrumento para resolver los conflictos en su vida y podrá repetir esa violencia con otras personas, o por el contrario vivirá temeroso y aislado” Sonsoles Bartolomé, responsable del Departamento Jurídico del Teléfono ANAR.
Cambios en el perfil del agresor
El 58,6% de los casos es la propia familia la que agrede a los menores de edad. Un 67,8% si se suma el po
rcentaje de las nuevas parejas que crecen en estos años del 2,2 a 7,8%.
El principal agresor es el padre biológico siendo el responsable de la violencia en 1 de cada 3 casos (34,4%). Mientras que desciende significativamente los casos de madres agresoras, pasando de 37,6% al 24,2%, pero se mantiene como la segunda en la lista de los agresores (1 de cada 4 casos).
Mientras que más de la mitad de las víctimas son agredidas por ambos padres biológicos (53,1%).
Aumentan los casos de las autolesiones como causa de la violencia
Al disminuir la edad de las víctimas y al aumentar la frecuencia, la duración y la gravedad de la violencia, los problemas psicológicos causados también se agravan y aumentan en la mayoría de los casos: ansiedad, miedo, síntomas depresivos, trastornos psicológicos, agresividad, aislamiento y soledad son los más frecuentes.
Es importante observar como la agresividad presente en muchos jóvenes adolescentes, no es más que un síntoma de la que ellos mismo padecen en su entorno familiar (ha aumentado del 8,6% al 24,4% de los casos)
Por otro lado, los casos de ideación suicida e intentos de suicidio se han multiplicado por 6, mientras que los casos de autolesiones se han multiplicado por 14 que en ocasiones termina también en suicidio (pasando del 0,8 al 5,4% del total de los casos).
En total, las autolesiones, intentos de suicidio, estuvieron presentes en un 11,7% de los casos, lo que implica que más de 1 de cada 10 casos se autolesiona, ha pensado o ha intentado terminar con su vida.