200 mujeres congoleñas, víctimas de violencia sexual, lograrán su reinserción social
Ferrovial y CODESPA se unen para dar apoyo a estas mujeres. El proyecto tiene como objetivo facilitar la recuperación psicológica y la integración socioeconómica de estas mujeres
Ferrovial y CODESPA colaboran juntos para cambiar la situación de 200 mujeres víctimas de violencia sexual en la zona del conflicto armado en Goma (República Democrática del Congo). Un país que ocupa el puesto 176º en el Índice de Desarrollo Humano, situado en el último grupo llamado “desarrollo humano bajo” con los 41 países más pobres del mundo.
La ciudad de Goma, lugar donde se va a llevar a cabo este proyecto, es una de las más peligrosa e insegura de África debido a los grupos armados, el ilegal mercado de diamantes y el continuo conflicto armado de la zona. Las condiciones de vida son cada vez más precarias, gran parte de la población no tiene acceso a agua potable ni electricidad. Por otro lado, la tasa de desempleo alcanza el 80%, y la mayoría de la población vive con menos de un dólar al día. Las mujeres, junto a la población infantil, son el grupo poblacional más vulnerable.
Apoyo integral a mujeres víctimas de la violencia
CODESPA, con el apoyo de Ferrovial, proporcionará un apoyo integral a 200 mujeres víctimas de la violencia sexual en la zona de Goma. El objetivo es facilitar su recuperación tanto psicológica como afectivamente, integrándoles en la actividad socioeconómica de la comunidad. Para ello, se les proporcionará asistencia médico sanitaria y apoyo psicológico, acceso a formación profesional y asesoramiento microempresarial para tener la posibilidad de volver a tener una vida digna. Se fomentará la autonomía de estas mujeres promoviendo su capacitación y su inserción profesional de forma que puedan obtener unos ingresos y mejorar las condiciones de vida de sus hogares.
Además, desde una perspectiva de empoderamiento, se sensibilizará a mujeres, hombres y familias, para promover el cambio de actitudes que perpetúan la violencia contra la mujer en la sociedad congoleña. De esta forma, se ofrece a las mujeres y jóvenes un entorno seguro, donde pueden recuperarse y construir una nueva identidad. Es el caso de Gentinne, una mujer que gracias a este tipo de acciones ve un futuro esperanzador: “Ahora estamos aprendiendo matemáticas, nos enseñan a leer y podemos aprender un oficio, yo he elegido costura. Si pudiera pedir un deseo… sólo pediría acabar el curso, tener una máquina de coser y ganar mi propio pan.”