La
jornada, estructurada como un diálogo abierto, se ha centrado en dos puntos
básicos: el desarrollo de líneas de avance
entre ambos sectores para así facilitar la generación de progreso social y la
implementación de proyectos de RSE no sólo favorables para la sociedad sino
también para la entidad empresarial.
Como anfitrión, Rafael Murillo, socio de Freshfields
Bruckhaus Deringer, fue el encargado de comenzar la sesión. Murillo
comenzaba su intervención afirmando asegurando que “todos los socios de la
firma tenemos un compromiso firme: elevar el número de abogadas que trabajan en
esta casa”.
También en la mesa inaugural y en
representación de Fundación Seres, su
directora general, Ana Sainz, apelaba a la importancia de la creación de
sinergias asegurando que “nuestro objetivo es construir un una sociedad mejor
generando valor mediante la colaboración”.
Por su parte, Marcos González, director general de
MediaResponsable y presidente de la Fundación Corresponsables, aludía al
importante papel de la Responsabilidad Social destacando que “en los últimos
tiempos, gracias a la RS, la colaboración empresas-ONG ha abierto muchas
oportunidades”.
Tras la bienvenida y moderada por
Fernando Garrido, director general del
Instituto de Acción Social de Mapfre, tuvo lugar una mesa-debate conformada
por representantes tanto del mundo empresarial como del tercer sector.
Lidia del Pozo, directora de Programas y Patrocinios Sociales de BBVA,
mencionaba en una de sus intervenciones los tres requisitos básicos para que
una empresa decida apostar por un proyecto de una determinada entidad sin ánimo
de lucro: que la ONG (y/o sus proyectos) esté en el radio de acción de la
compañía, que sea eficiente y que le muestre resultados, que además han de ser
medibles”.
Por su parte, Marta Marañón, Relaciones Institucionales
de Ayuda en Acción, aludía a la importancia de comunicar, ya que “tener
visibilidad es más importante de los que parece; en caso contrario, no
generaremos confianza y, como consecuencia, tampoco alianzas”.
Al hilo del papel de la
comunicación, Gonzalo Sales, responsable
de Programas de RSC de Ferrovial, opinaba que “lo que interesa comunicar es
sobre todo cómo se logra influir en el cambio de vida de las personas”. “Además,
-proseguía Sales, medir el impacto de los proyectos es clave no sólo para
rendir cuentas sino también para aprender. La relación ONG-empresa ha de ser a
largo plazo, basarse en la equidad y estar vinculada al reporte de resultados
para que pueda medirse el impacto”.
En palabras de Blanca González, responsable de Gestión de
Proyectos de Asociación Barró, “la transparencia es vital para las ONG
porque para que pueda generarse una alianza, colaboración, es vital que exista
confianza, y eso sólo se logra con transparencia”.