Cada día se genera la increíble cantidad de 2,9 trillones de bytes de datos*, un volumen difícil de imaginar. Para ponerlo en perspectiva, eso equivale a 5.800 millones de discos duros de ordenadores de tamaño medio. Pero esta cifra impresiona aún más si tenemos en cuenta que el 90% de los datos del mundo se crearon sólo en los dos últimos años1 y que el 80% de estos datos están desestructurados2 , lo que dificulta su interpretación con los programas de bases de datos tradicionales. Este fenómeno ha dado lugar a un nuevo concepto: big data. Generalmente complejos y desestructurados, los big data suponen un desafío tecnológico de primer orden para las empresas, que tienen dificultades para capturarlos, analizarlos y explotarlos. Los expertos creen que estamos entrando en una "revolución industrial de los datos" que brindará importantes recompensas a las empresas y los inversores.