La inteligencia artificial (IA) es una tecnología que tiene el potencial de transformar muchos aspectos de nuestras vidas. Sin embargo, también existe el riesgo de que la IA se utilice de forma discriminatoria o sesgada o que aparezcan errores que la hagan funcionar incorrectamente. Para evitar este riesgo, es importante que los sistemas de IA sean comprensibles y justos y que las empresas y organizaciones adopten los principios de una IA ética en sus operaciones.