Con la aprobación de la Directiva sobre diligencia debida de las
empresas en materia de sostenibilidad en el Parlamento Europeo el
24 de abril de 2024, se ha alcanzado un compromiso político que
cambiará la manera en que las empresas implementan la debida
diligencia. Esta legislación se suma al creciente ecosistema de
normativas de sostenibilidad en la Unión Europea, con el objetivo
de fomentar cadenas de valor globales más sostenibles, justas y
resilientes.
Las empresas bajo la CSDDD tendrán que tomar medidas para
prevenir, mitigar, corregir y reparar los efectos adversos en el medio
ambiente o en los derechos humanos en partes específicas de sus
cadenas de valor (la “cadena de actividades”).