El cambio demográfico es uno de los mayores retos a los que se enfrenta el mundo desarrollado. Es un fenómeno que afecta a toda la sociedad. Sus consecuencias implican desequilibrios y altos costes que amenazan la sostenibilidad de los sistemas socio-políticos.
Este artículo trata de analizar las variables que influyen directamente en los cambios de la estructura de edad a nivel global. Suena evidente señalar que una mayor esperanza de vida combinada con una decreciente tasa de natalidad invierte la pirámide de población. Más difícil sin embargo es identificar cuáles son los cambios en el estilo de vida, la cultura y los patrones sociales que parecen haber convertido un desequilibrio coyuntural en algo crónico.