El siguiente futuro de la RSC
¿Cómo es posible que SAP se haya comprometido para 2020 a que el 1% de su plantilla sean personas con autismo y que La Banque Postale eduque financieramente a sus clientes con riesgo de impago para evitar tener que embargarles?
Los desafíos a los que se enfrenta el mundo en la actualidad son globales, están interconectados y son interdependientes. Por su naturaleza, una única empresa, gobierno u organización social no puede afrontar estos retos por sí solos. Ha llegado la hora de romper con los enfoques tradicionales y mirar más allá de las barreras existentes entre estos sectores para alcanzar nuevas cotas de innovación e impacto social, sostenible y escalable.
Las empresas tienen un papel muy importante que jugar. La filantropía y la responsabilidad social corporativa son solamente una pequeña parte de todo el potencial que posee el sector privado para cambiar el mundo. Es necesario que las empresas den un paso adelante y lideren el cambio creando nuevos tipos de alianzas con emprendedores sociales para crear un verdadero impacto en la sociedad.
El sector empresarial tiene algunas fortalezas que son particularmente valiosas para el sector social: la eficiencia en sus operaciones, el desarrollo de productos y la distribución. De la misma manera los emprendedores sociales han demostrado su capacidad para darle un giro radical a la lógica de las empresas tradicionales, innovar reduciendo los costes de sus soluciones al máximo, operar con presupuestos ajustados, y tener un profundo conocimiento de colectivos que se encuentran al margen del mercado. Todo esto es de gran valor para las empresas.
Por ello queremos promover un nuevo concepto: Las Cadenas Híbridas de Valor. Se trata de alianzas entre una organización social y una empresa privada o ente público, que, mediante la unión de sus respectivas fortalezas, consiguen generar un impacto social al mismo tiempo que se genera un retorno económico para ambas partes, lo que lo aleja de la Responsabilidad Social Corporativa tradicional.
Estas soluciones no nacen de la filantropía sino de la unión de las fortalezas que poseen la empresa y el emprendedor social.
El hecho de que tengan una lógica económica hace que sean soluciones de alto impacto social y estratégicas para las empresas. Estos son dos ejemplos muy significativos de Cadenas Híbridas de Valor:
Specialisterne con SAP
Specialisterne está transformando la forma en la que la sociedad percibe los TEA (Trastornos del Espectro Autista) demostrando que la gran atención al detalle y la excelente memoria de este colectivo son una gran ventaja comparativa a la hora de encontrar trabajo.
Specialisterne emplea personas con TEA y ofrece servicios basados en sus fortalezas (comprobación de software, conversión de datos…).
SAP es una empresa líder en el desarrollo de productos informáticos de gestión empresarial. SAP y Specialisterne poseen un acuerdo global para la contratación de personas con TEA. En los primeros pilotos llevados a cabo en Irlanda, India, Canadá y EEUU los empleados con TEA demostraron que son capaces de reducir los errores en la comprobación de Software en un 4,5%. El éxito tanto social como económico de los primeros pilotos ha llevado a SAP a comprometerse a que, para 2020, el 1% de su plantilla (650 empleados) sean personas con TEA.
Cresus con La Banque Postale
Cresus ha desarrollado un modelo pionero para prevenir el sobreendeudamiento financiero de las personas, y evitar así la exclusión social que esta situación acarrea. A través de un análisis de cada caso concreto, Cresus desarrolla una formación, apoyo legal y un seguimiento personalizado que permiten a sus usuarios mejorar su gestión y situación financiera. El 71% de personas en riesgo de impago asesoradas por Cresus han sido capaces de devolver sus créditos y asesoran a más de 100.000 personas al año en Francia.
La Banque Postale Financement (LBPF) es una subsidiaria del banco francés La Banque Postale. Cresus y La Banque Postale se han aliado para, utilizando la metodología de Cresus, identificar de forma temprana a los clientes con riesgo de impago y que estos sean asesorados para reestructurar su gestión financiera con el objetivo de prevenir un impago de la deuda y las consecuencias derivadas. Hasta la fecha, gracias a esta alianza La Banque Postale ha evitado embargos (y los problemas sociales que se derivan de los mismos) y ha recuperado más de 400.000€ en créditos ya vencidos.