Madrid, 10 de julio de 2020. Ha tenido lugar la undécima sesión de #LíderesResponsables, diálogos entre la alta dirección sobre los retos de la reconstrucción post-COVID. Estas conversaciones están enmarcadas en la iniciativa #SERESResponsables, que es un punto de encuentro de necesidades y ofrecimientos en plena emergencia sanitaria y que implica a diferentes agentes (empresas, emprendedores sociales, ONG, líderes…). En el encuentro de hoy han participado Fuencisla Clemares, Directora General de Google España y Portugal, y Alejandro Beltrán, presidente de McKinsey&Company en España y Portugal.
Francisco Román, presidente de la Fundación SERES, ha dado la bienvenida y ha abierto la undécima edición de LíderesResponsables poniendo el acento en "lo que estamos aprendiendo en estos momentos y cómo nos esforzamos en trabajar en la reconexión entre el progreso social y económico y hacerlo comprometidos socialmente, sin dejar a nadie atrás".
Desafíos tras la covid-19
Fuencisla Clemares ha afirmado que "como compañía, hemos afrontado esta crisis aportando herramientas, plataformas de contenido y formación en competencias digitales. A través del programa Google Actívate hemos llegado, desde su lanzamiento, a formar a 600.000 personas. Por otro lado, el reto de lograr dar continuidad a la educación tras el cierre de los colegios el 11 de marzo en Madrid y después progresivamente en el resto de España, lo hemos logrado trabajando de la mano de nuestros partners. GSuite for Education es una herramienta para continuar las clases que pasó de 50 millones de alumnos en los últimos años a 100 millones en los últimos cuatro meses.
Desde el punto de vista de plataformas de contenido tenemos dos globales, pero con contenido específico por países. Enseña desde casa para formar a los profesores para que puedan enseñar en remoto, puesto que muchos no estaban preparados. Aprende desde casa en YouTube, que ofrece contenido didáctico de creadores especializados en diversas materias, además del de nuestros socios.".
Según Alejandro Beltrán, "los dos objetivos son la salud -incuestionable- y bienestar -volver a la normalidad de la manera más segura y rápida posible-. Porque si esto no pasa pronto, habrá un problema social, más allá del problema económico. La caída que estamos sufriendo tiene un componente social que se está minusvalorando, y parte importante de la reconstrucción serán las medidas sociales que haya que tomar. Por otra parte, es necesario reactivar la economía, para lo que habrá que poner a funcionar todos los motores: el dinero público no va a ser suficiente, este reto va a requerir la colaboración de todos. Hay sectores más afectados que otros y eso va a requerir medidas distintas. Por ejemplo se tendrá que pensar en medidas concretas para asegurar que los sectores que van a tardar más tiempo en recuperarse, sigan siendo viables. Claves de la recuperación van a ser el control de la pandemia, la efectividad de las políticas económicas y la velocidad con la que se actúe".
Aprendizajes mirando hacia el futuro
Por su parte, Fuencisla Clemares ha señalado que "hemos trabajado siempre en clave de colaboración, uno de los aceleradores fundamentales para esta reconstrucción. En plena crisis hemos definido un plan de colaboración con el Ministerio de Industria para la digitalización de las pymes que se llama Impulso digital. Para garantizar el impacto y el alcance es esencial hacerlo de la mano del Gobierno. Nuestro foco fundamental son pymes y turismo. Buscamos acelerar la digitalización de las pequeñas y medianas empresas (la mayor parte del tejido industrial en España, pero solo el 14% de ellas tienen un plan de digitalización) y queremos empezar por el sector de la hostelería para generar más demanda. Además, contamos con un programa de marketing digital a través de un acuerdo con la EOI para la formación de entidades turísticas y por último seguiremos con la digitalización de individuos para formar al mayor número de personas y que puedan incorporarse al mundo laboral".
Alejandro Beltrán ha explicado que "a pesar de todo, vamos a sacar cosas positivas de esta crisis. Las empresas se han visto obligadas a actuar muy rápido, no respetando la ortodoxia anterior, con modelos compañías más agiles y planas, por poner algún ejemplo. Y ha funcionado. No perdamos esta agilidad que hemos adquirido, porque en un entorno de crisis como en el que se nos avecina, será necesario tomar decisiones con información imperfecta. Otra de las consecuencias de esta crisis va a ser el escrutinio al que se va a someter a las empresas. El fin de las empresas ya no puede ser solo el beneficio económico del accionista. El propósito de una empresa, su razón de ser y su posible impacto en el mundo, será analizado con lupa, y el CEO debe asegurar satisfacer a los distintos grupos de interés si quiere garantizar la continuidad de su empresa. El propósito es un concepto que deberíamos incluir mucho más a todos los niveles, para asegurar que todas nuestras iniciativas cumplen con el mismo. Es importante para todos los grupos de interés".
Liderazgo con propósito
Según Fuencisla Clemares "un líder con propósito debe tener una amplia visión en su conjunto, tiene que ser capaz de hacer avanzar y crecer todo el ecosistema que tiene a su alrededor. Desde Google buscamos convertir a la sociedad española en una sociedad más competitiva y preparada para el futuro. Esto también provoca que los empleados trabajen con más pasión porque el propósito va más allá del negocio".
En palabras de Alejandro Beltrán "La crisis de COVID-19 está demostrando ser una prueba reveladora de liderazgo. Vemos compañías que van a salir y otros que no, y esto dependerá en gran medida del liderazgo de las compañías y de su nivel de apertura al cambio. Se espera de ellos que muestren "calma deliberada" y "optimismo limitado", y que manejen tanto el telescopio como el microscopio con destreza, es decir, tengan a la vez una visión coherente a largo plazo y un conjunto de soluciones efectivas a corto plazo. A nivel individual, un líder debe reflexionar sobre su modelo personal operativo. Con esta crisis, es más importante que nunca conocer sus puntos fuertes y ser particularmente cuidadoso con la gestión del tiempo. Debe cuestionarse cómo usa los mecanismos que tiene alrededor, y su modelo de liderazgo. Quizá es buen momento para replantearnos nuestra narrativa de liderazgo, para ayudar a los empleados, clientes y partes interesadas a comprender nuestras acciones. Y aseguramos que la crítica constructiva nos llega".