La inteligencia artificial está impulsando cambios significativos en la vida diaria de las personas y las empresas. Cada vez son más las organizaciones que se suman al uso de esta tecnología como herramienta para mejorar la eficiencia de sus procesos de negocio y, según vaticinan diferentes estudios, liderará la inversión tecnológica de las empresas en 2025. Pero la IA tiene también el potencial para resolver problemas de salud, ambientales, económicos y sociales, promover derechos fundamentales y combatir la discriminación y la desigualdad. Un potencial que solo se alcanzará si se desarrolla y utiliza de manera responsable e inclusiva.
En esta sesión del Ciclo SERES-Esade, analizamos cómo las empresas pueden garantizar que la IA se utilice de forma responsable y cómo pueden aprovechar su potencial para contribuir al progreso económico y social y reducir las brechas sociales. El encuentro ha contado con la participación de Julián Andújar, gerente de Fundación TECSOS; Jacinto Estrecha, responsable de Inteligencia Artificial en NTT DATA España; e Idoia Salazar, presidenta y fundadora del Observatorio del Impacto Ético y Social de la Inteligencia Artificial (OdiseIA).