Primera etapa: crear una necesidad de urgencia
En ambos casos partimos de la necesidad de crear una sensación de
urgencia, tenemos que tener claro que el cambio es importante y que
debemos de tomar una decisión hacia la nueva dirección.
Para conseguir esa sensación de urgencia es bueno apoyarnos en hitos
internos o externos (cierre de cuentas, campaña de donaciones, congreso,
conferencia, fin de año, fin de trimestre) de tal forma que el esfuerzo que
pidamos al equipo tenga una meta clara.
Tras esta generación de la urgencia, debemos crear una "coalición para el
cambio" donde un equipo de personas serán el core que liderará el cambio y
permitirá llevar adelante las nuevas iniciativas. Deberán tener autoridad para
implementar estas soluciones.
Es bueno tener un equipo multidisciplinar para conseguir el máximo consenso
en todas las áreas.
Por último nos encontramos con la visión. La visión es un punto clave y
esencial para que la cultura cambie y el proceso de transformación sea
una realidad, si no existe una visión y no somos capaces de transmitirla
de forma clara a la organización, podemos fracasar en nuestro intento de
transformación.
Segunda etapa: definir la estrategia
Ahora que tenemos la necesidad y el equipo, debemos implementar el
proyecto. Esta etapa se irá desarrollando en distintas fases.
El primer paso es la estrategia, tiene que definir con claridad que grupos de
trabajo están más predispuestos al cambio y cuales menos, de tal forma que
podamos trabajar en una secuencia clara y ordenada.
La comunicación es el siguiente paso clave, comunicar es un momento de
liderazgo y es importante que los mensajes estén claramente identificados y
sepamos transmitirlos.
Las barreras son otro elemento que debemos ser capaces de identificar y
poner en marcha las acciones necesarias para eliminarlas.
Quick wins, también es importante ser capaz de definir victorias a corto plazo
que alienten al equipo y permitan establecer un progreso en el proyecto.
Una meta a corto plazo nos permitirá comunicar victorias parciales. Estas
pequeñas victorias por etapas nos permitirán evaluar el progreso de la
campaña antes de llegar al final, si tenemos hitos parciales podremos
evaluar, revisar y seguir adelante.
Tercera etapa: liderazgo colectivo
En este momento ya deberíamos ser capaces de contar con las suficientes
ideas y proyectos como para poder hacer del cambio algo oficial.
Seguidamente debemos tener en cuenta la cultura, cambiar la cultura de una
empresa es algo muy complicado y requiere tiempo, lo más importante para
el cambio es tener acciones de éxito que nos permitan mostrar con solidez
que la nueva vía es la correcta. Para ello debemos contar con los hitos
conseguidos en la etapa anterior.
Por otro lado, el equipo debe liderar y seguir avanzando con los proyectos
creados y la estrategia definida para que el cambio sea algo imparable.
El liderazgo es sin lugar a dudas el factor más importante para que el cambio
se haga realidad. La visión del equipo o persona que lidera el proyecto
debe ser seductora, debe ser capaz de motivar y hacer que el equipo esté
involucrado en el proceso. Para que un equipo acostumbrado a la rutina
cambie esta inercia, es necesario mostrarles el camino de forma clara y
segura.