Identificado plenamente con la figura de intraemprendedor
social, Antoni Ballabriga vuelca toda su energía en la transformación de
organizaciones y en la creación de proyectos de valor para su empresa
que sirvan para mejorar la vida de las personas. Impregnado de una
visión social, el director de Responsabilidad Corporativa de BBVA conjuga “satisfecho” una armonización perfecta entre sus valores y el impacto que genera su trabajo.
¿Cuándo comienza la acción social de BBVA?
En los años 80. Fuimos precursores en hacer un informe sobre los
impactos sociales de las compañías con los antiguos balances sociales
del Banco Bilbao, que luego evolucionó y se convirtió en el informe
corporativo. Desde hace muchos años, vemos el negocio desde la
perspectiva de impacto en la sociedad. El departamento de
Responsabilidad Corporativa se creó en 2002 y, a partir de entonces, se
diseñan políticas y programas de acción social del banco tanto en España
como en los países en los que estamos presentes.
¿Cuáles son las principales características de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) de la entidad?
Lo más importante es entender que la RC es inherente a nuestro modelo
de negocio. No podemos entender trabajar como entidad financiera sin
tener en cuenta los impactos sociales y medioambientales de nuestra
actividad. Por tanto, la primera característica es la integración plena
de la RC en el negocio, aunque queda camino por recorrer. La segunda, es
que la RC esté presente en aquellos temas en los que queremos mejores
competencias y capacidades para poder aportar algo diferente a la
sociedad. Por supuesto, lo que mejor sabemos hacer es prestar y
desarrollar servicios financieros y, por tanto, nuestra mayor
responsabilidad es tratar de dar acceso a los mismos al mayor número de
personas; es decir, universalizarlos y hacer posible lo que llamamos
banca para todos,
que sería otra de las características fundamentales de nuestra política
de acción social. Esto ha hecho que en el banco tengamos dos grandes
ejes de trabajo: la inclusión y la educación financiera. Tenemos que
educar para poder
bancarizar y viceversa para permitir que la sociedad tenga un sistema financiero potente.
¿Qué colectivos reciben la acción social de BBVA?
Nuestra acción social se centra en dos focos: educación e investigación. La investigación la organizamos a través de la
Fundación BBVA
mediante una promoción del desarrollo del conocimiento para que éste,
posteriormente, tenga un impacto en nuestras vidas como, por ejemplo, en
temas de salud, medioambientales, sociales… Un 25 por ciento de nuestro
presupuesto se orienta a este aspecto. Otra actividad, diría que la
principal de nuestra acción social, son los programas educativos, en los
que invertimos el 55 por ciento del presupuesto, y cuyos beneficiarios
son colectivos desfavorecidos. Por ejemplo, en América desarrollamos el
programa “
Niños adelante”,
que beneficia a 60.000 pequeños a los que se les otorga una beca que
les permite salir de la calle y garantizarles una mejor educación. Esta
acción la realizamos mediante ONG y entidades sobre el terreno. Llevamos
desarrollándola cinco años con muy buenos resultados. Además, tenemos
otros programas orientados a las personas con discapacidad y personas en
riesgo de exclusión. Estas iniciativas sirven para su integración
social.
¿Cómo es la implicación de la dirección de la entidad en la RSE?
Total y absoluta, ya que desde las más altas instancias supervisan y
apoyan los temas de RSE directamente. Desde diciembre de 2007, la
función corporativa está atribuida al Consejo de Administración, que es
el responsable de la supervisión de las políticas de RSE. De hecho, dos
veces al año se acude al Consejo para comunicarles los avances
conseguidos. Sin embargo, recientemente hemos hecho público que el
Comité de Dirección del grupo de BBVA, con la presencia del presidente y
el consejero delegado, será el Comité de Responsabilidad Corporativa,
con lo cual llegaremos a tres o cuatro encuentros anuales, como mínimo,
para abordar específicamente temas de RC. Este modelo se repetirá en
todos los países en los que está presente el grupo para abordar los
temas de RSE y adaptarlos a la realidad local. Este hecho demuestra
claramente la plena integración de la dirección con la RC y de la RC en
nuestro modelo de negocio.
¿Cuál es el proyecto estrella de RSE de BBVA para 2011?
Nos preguntamos qué más podíamos hacer cómo banco para superar los
desafíos de nuestra sociedad y nos dimos cuenta de la necesidad
importante de acompañar a emprendedores y emprendedoras que intentaban
crear empresas económicamente viables con un gran impacto social. Por
eso, tanto en América Latina como en España, queremos generar
oportunidades de negocio para estas personas que son capaces de crear un
modelo radicalmente innovador como, por ejemplo, dar acceso a la salud a
personas que viven en zonas rurales que antes no tenían esta
posibilidad. Este tipo de emprendedores posibilita muchas veces el
acceso a la tecnología, a la educación o sencillamente integran en su
cadena de suministros a pequeñas cooperativas rurales que generan
mayores ingresos o incluso integran personas con discapacidad. Son
capaces de ver un problema social y tratar de dar respuesta desde un
punto de vista de modelo de negocio.
En España un proyecto muy singular, novedoso e innovador que hemos lanzado conjuntamente con
ESADE es “
Momentum Project”.
Se trata de una iniciativa que consiste en identificar emprendedores,
en este caso en España, que tengan ya una empresa funcionando con una
cuenta de impacto más o menos razonable para ayudarles a escalar este
impacto, es decir, propiciar su crecimiento, la incorporación de nuevas
líneas de negocio o replicarse en otra zona. Queremos ayudarles a dar
este salto. Se trata de un programa formativo y de acompañamiento en el
que hemos seleccionado diez emprendimientos. Un equipo de mentores
formados por miembros del banco y de ESADE les acompañará durante un año
para lograr el crecimiento de su empresa y, además, abrirles la
posibilidad de defender su proyecto ante inversores interesados en
financiar sus iniciativas.
Por otro lado, estamos utilizando este mismo modelo a pequeña escala en
América Latina con algunas escuelas de negocio en Perú, Colombia,
Argentina, Méjico y Venezuela, por supuesto, siempre contando con ESADE.
Si el proyecto funciona bien en España, que esperemos que sí, haremos
algo similar en América Latina, ya que es un programa de aspiración
global.
Además, tenemos la “
Fundación Microfinanzas”
en América Latina mediante la que hemos otorgado microcréditos de 900
dólares a más de 800 mil personas que tenían un proyecto productivo.
Esta iniciativa está ayudando a que miles de personas puedan construir
un modelo de vida que les permita salir de la pobreza.
¿En qué radica la importancia de hacer públicos los proyectos de RSE?
Es una cuestión de equilibrio, no puedes comunicar mucho y hacer poco
porque al final todo se sabe. Pero tampoco es bueno hacer mucho y
comunicar poco. Hasta ahora hemos dado más importancia al hacer que al
comunicar, pero estamos intentando poner en valor lo que hemos hecho.
Comunicar es importante, ya que puede hacer que se impliquen otros que
de otra manera no lo harían. Los proyectos de RC tienen que estar
pensados de una forma holística donde no sólo está el banco que diseña,
piensa y hace. Hay que interactuar con entidades sociales, colegas de
otras compañías e incluso la Administración Pública para que aporten
competencias y hagan suya la misma causa. Esto permite programas mucho
más ambiciosos. Hemos llegado a la conclusión de que las alianzas
permiten realizar mejores proyectos de RC.
Por otra parte, comunicar la RC en nuestra entidad también es
importante por el “orgullo de pertenencia”. Los empleados que
trabajamos en BBVA nos sentimos orgullosos de trabajar en el banco y
esto implica una mayor satisfacción de los clientes. Hay una correlación
directa. Y para que los clientes y los empleados se enteren de la
acción social que se hace desde el banco es necesario comunicarlo,
hacerlo público interna y externamente. La clave es el empleado. Es el
embajador de la marca y la mejor palanca para hacer llegar esto al
cliente de forma natural.
¿Qué aporta BBVA al Proyecto SERES? ¿Y el Proyecto SERES a esta entidad?
A
SERES le
aportamos el hecho de que somos una empresa global, que nos creemos
estos temas, los queremos y los vivimos. Estamos convencidos de que los
proyectos de RC son rentables. Creemos también en la generación de valor
compartido y también ofrecemos nuestra humilde experiencia en el sector
financiero, en abordar estas cuestiones y ponemos a disposición de
nuestros colegas y organizaciones con las que colaboramos en SERES
nuestro banco de experiencias y nuestra mano tendida para explorar
proyectos de colaboración.
SERES, por su parte, en primer lugar nos aporta una plataforma de
relación interesante donde colegas de profesión compartimos estas buenas
prácticas. Esto es un proceso de completo aprendizaje. Lo de impregnar
de RC el negocio va para largo, es una larga maratón y nosotros estamos
en el kilómetro diez. Queda mucho por recorrer. Pero cada vez te
sorprende más lo que puedes aprender de otras experiencias. Por eso es
importante estar ahí y enriquecerse. Hay que deconstruir experiencias y
tratar de reconstruirlas aplicándolas a tu propio negocio.