Las contrataciones a personas en riesgo de exclusión crecen un 60% en el primer semestre de 2014
Las personas integradas pertenecen a los siguientes grupos de atención de la Fundación Adecco: un 41,2% tiene certificado de discapacidad; un 22% es mayor de 45 años parado de larga duración, con todas las prestaciones agotadas; un 13,7% es mujer con responsabilidades familiares no compartidas; un 13,3% se encontraba en situación económica de grave riesgo y un 5,9% es mujer víctima de la violencia de género.
Durante este año, nuestra economía ha presentado los primeros signos de recuperación, disminuyendo el desempleo entre la mayoría de los segmentos de la población.
Las personas en riesgo de exclusión no han sido una excepción y así lo constatan los datos de la Fundación Adecco, relativos al primer semestre del año. Así, si entre enero y junio de 2013 1.562 personas accedían al mercado laboral, este año lo han hecho 2.498 personas en riesgo de exclusión, lo que supone un incremento del 60%.
Según Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco: “la economía está recuperando su salud y ello supone una gran oportunidad para que las personas en riesgo de exclusión se integren desde el principio en este proceso de recuperación. Nuestro reto es precisamente que no se queden fuera y tengan las mismas oportunidades que el resto de los demandantes de empleo. En este sentido, estamos especialmente orgullosos del incremento que hemos obtenido, que va en línea y contribuye al Plan Nacional de Acción para la Inclusión Social del Reino de España 2013-2016, cuyo eje central es precisamente el empleo, como factor decisivo de integración y normalización”.
El perfil del trabajador en riesgo de exclusión
La Fundación Adecco ha acompañado en su búsqueda de empleo, en el primer semestre del año, a 11.604 personas en riesgo de exclusión social en todo el territorio nacional. Además, ha conseguido integrar en el mercado laboral a 2.498, cuyo perfil exponemos a continuación.
Los datos arrojan que han sido en su mayoría mujeres (64,8%), frente a un 35,2% de hombres. Según Mesonero: “las mujeres siguen enfrentándose a un mayor riesgo de exclusión, debido a tics sociales y culturales que aún están asentados en nuestra sociedad, y que se traducen en un temor de las empresas a las bajas por maternidad o a la conciliación”.
En cuanto al grupo de edad, un 42,6% supera los 45 años. No en vano, a partir de esta edad, los demandantes de empleo ven incrementados sus obstáculos a la hora de acceder al mercado laboral, debido, nuevamente a prejuicios y estereotipos relacionados con la no siempre real desactualización de sus competencias.
Por otra parte, el nivel formativo del trabajador en riesgo de exclusión es, en su mayoría de estudios elementales (46,9%), seguido de un 18,4% con estudios secundarios y un 10,3% de Formación Profesional de Grado Medio. En este caso, siempre se cumple el precepto de que “a menor formación, mayor reducción de las posibilidades de encontrar empleo”. Así pues, las personas con un menor nivel formativo, ven mermadas, en mayor medida, sus oportunidades laborales.
En cuanto al grupo de atención al que pertenecían las personas que han encontrado empleo, destaca que casi la mitad (41,2%) tiene certificado de discapacidad, seguidos de un 22% que es mayor de 45 años parado de larga duración con todas las prestaciones agotadas y un 13,7% que es mujer con responsabilidades familiares no compartidas. Por su parte, un 13,3% se encuentra en riesgo de exclusión por situación económica; un 5,9% por ser mujer víctima de la violencia de género y un 3,9% por ser deportista profesional retirado.
¿Y de qué área de actividad procedían estos trabajadores? Los datos de la Fundación Adecco arrojan que el sector de procedencia más habitual es la hostelería (20,8%), siendo los puestos de camarero o camarero de pisos los más habituales.
El sector industrial ocupa el segundo lugar (17,7%), repitiéndose profesiones como peón u operario de fabricación y producción.
También el sector de la limpieza ocupa un lugar destacado (11,4%), así como el de Atención al Cliente (9,4%), donde el puesto de teleoperador ha sido el más repetido.
También resulta interesante analizar el porcentaje de trabajadores en riesgo de exclusión que recibían algún tipo de prestación antes de encontrar empleo. Según los datos internos de la Fundación Adecco, no se aprecia una tendencia clara, ya que hay prácticamente el mismo volumen de personas que recibían subvención, que las que no lo hacían. Concretamente, un 51,2% sí percibía prestación.
El tipo de prestación más habitual es la de desempleo (82,3%), seguida de lejos por la Incapacidad Permanente Total (14,1%) y el subsidio de desempleo para mayores de 52 años (2,1%)
Contratación más habitual
El tipo de contrato más habitual que han conseguido las personas en riesgo de exclusión es el temporal por Acumulación de Tareas, con un 65,3%. El contrato de Obra y Servicio ocupa el segundo lugar, con un 17,9%, seguido del temporal de fomento de empleo para personas con discapacidad (7,8%).
Por último, un 4,9% han ocupado puestos de sustitución por Incapacidad Temporal y un 3,4% ha logrado un contrato indefinido.