Este artículo se centra en el valor aportado por una incorporación de las relaciones con los grupos de interés en la actividad de la empresa, a través de una revisión de la literatura académica y la aplicación de una metodología marco a un caso de estudio (REE). Concluye que la relación con stakeholders no tradicionales es una gran fuente de innovación, que se concreta a través de tres mecanismos: identificación de asuntos relevantes, su incorporación a los procesos internos y la estrategia de la organización, y la tranformación de la cultura corporativa de la compañía.